Localización: Av. del Castillo
Según la tradición, el puente es de construcción romana y formaba parte de la calzada que conducía hasta Itálica. Aunque muy reconstruido en diversas épocas, conserva en su estructura caracteres de la antigüedad. Según recogen las actas capitulares del 13 de agosto de 1729, la mayor parte del puente es obra del siglo XVI, posiblemente por derrumbe del anterior. En todo caso, parece que en las sucesivas reconstrucciones se ha repetido el esquema original romano o tardorromano. El puente presenta un solo ojo, cuenta con pavimento de guijarros y con antepechos de piedra no muy bien labrados. Los sillares, por el contrario, están tallados espléndidamente, de forma paralelepípeda perfecta, que en algunos sectores presentan disposición de soga y tizón. La anchura del puente es de 3,32 metros. El único arco del puente tiene una luz de 10,80 metros, siendo su flecha, hasta el mismo cauce del agua, de 4,10 metros. En ambas caras, la rosca del arco se compone de 33 sillares, cuyas proporciones son 0,50 X 0,50 metros. Faltan todos los antepechos del flanco norte, probablemente abatidos por las aguas en época de crecida del río loreño, o por haberse aprovechado en alguna obra. El puente tiene relación con el río al ser un lugar de paso entre una orilla a otra de un cauce de agua de la cuenca del Guadalquivir. Aunque su conservación no es mala, se encuentra en un lugar muy deteriorado del pueblo, con basuras y demás desechos que afean el entorno.