La Virgen de Setefilla cada siete años se baja al pueblo. Pero, cuando ocurre alguna desgracia, como una prolongada sequía o enfermedad generalizada, la Virgen es traída al pueblo de forma excepcional. Para que la virgen sea traída a la villa se tienen que realizar una serie de ritos. Uno de ellos es la tradición de “El Viejo”, que consiste en que el miembro de más edad de la hermandad sale en procesión a hombros en un trono desde su casa para pedir, tanto al hermano mayor, como al párroco, en sus respectivas casas, permiso para que se pueda bajar a la Virgen al pueblo. La relación con el río radica en que es muy frecuente la bajada de la virgen en tiempos de sequía.

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