Localización: A 8 Km del núcleo urbano

La ciudad romana de Munigua debió ser una urbe muy rica y próspera por el desarrollo económico que la explotación de las minas le permitía. Su existencia fue corta. De la época romana se pueden observar los restos de las construcciones que se realizaron desde el mandato del emperador Augusto hasta finales del siglo I y principios del II de nuestra era. Munigua comenzó una relación de patronazgo con el Imperio Romano, que quedó reflejada en una placa de bronce con la que se simbolizó la unión de la ciudad a Roma. Más tarde, pasó a tener rango de municipio con el Emperador Vespasiano (69 – 79). La ciudad tuvo su apogeo en el siglo II gracias a los encargos de ciudades como Itálica. Después, comenzó a declinar a partir del siglo IV con un descenso de población, hasta su desaparición entre los siglos V y VI. Las ruinas actuales de Munigua constan de una muralla, un santuario, foro, basílica, termas, calzadas, necrópolis y santuario en terrazas, todo lo cual da buena cuenta de su prosperidad. El estado de conservación dentro de lo que es una ruina de la edad antigua es bueno. Este es un recurso declarado BIC.

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