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Localización: Puente de Alcalá, A-8002

En una central hidroeléctrica se reúnen la obra pública que afecta a la regulación del caudal fluvial y la explotación industrial de una fuente de energía. En Alcalá del Río se encuentra una de las presas más importantes construidas en época de la Dictadura de Primo de Rivera, en el primer tercio del siglo XX. Edificada probablemente sobre el emplazamiento de un dique romano, se superpone patrimonio histórico clásico e industrial en un todo. El edificio fue construido por el Ingeniero de Caminos Carlos Mendoza Gimeno, combinando perfectamente los rasgos de las construcciones funcionales con una cierta monumentalidad historicista que da al edificio el aspecto de una fortaleza. El propio autor de la presa sería años más tarde presidente de Mengemor (Mendoza-González-Echarte-Moreno), empresa que se fusionó con Sevillana de Electricidad. En su momento constituyó una obra de vanguardia, pues fue la primera presa de compuertas que se levantó en España, y también era novedoso su sistema de alineación recta. Además, del muro de contención, la presa cuenta con un puente para el tráfico rodado, y sobre éste, otro puente de servicio para maniobras de la presa y de la central eléctrica. El conjunto fue puesto en servicio en 1931. El pintor y diseñador de jardines Javier de Winthuysen diseñó los jardines de la Central Hidroeléctrica de Alcalá en torno a un elegante estanque enmarcado por pérgolas en los cuatro ángulos sobre las que trepan rosas de pitiminí. Se encuentra en la margen izquierda del río, tras pasar la presa, y fueron realizados entre 1932 y 1933. Utilizando modelos modernistas y regionalistas, como en la exposición iberoamericana de 1929, se plantaron todo tipo de vegetales exóticos: laurel de Nueva Zelanda, árbol del amor, árbol de la plata, lluvia de oro, árbol del fuego, espino de flor, jacaranda, etc. Actualmente, el jardín ha sido reconquistado por especies autóctonas propias de la ribera. Pocos recursos pueden estar más ligados al río y presentar más utilidades que el que nos ocupa. Para empezar, podemos decir que es una central hidroeléctrica que utiliza el agua del Guadalquivir para convertirla en electricidad, es un regulador del cauce –las mareas se notan justo hasta la presa-, marca el punto de navegabilidad máximo del río desde su desembocadura, es un puente y, por último, se usa como plataforma para la pesca. El uso del bien sigue siendo para el que fue concebido, además debemos resaltar la parte recreativa de los jardines que lleva adosado al margen izquierdo. El estado de conservación es bueno.
El monumento tiene el máximo grado de protección de la carta arqueológica municipal.

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