Localización: Av. Al-Ándalus
El Castillo de Lora está situado junto al Río Churre en las proximidades de la confluencia de éste con el Guadalquivir, y es el primitivo emplazamiento de Lora. En realidad, y según afirma el arqueólogo local José Remesal, el castillo es lo que en términos técnicos se llama un “tell”, es decir, una colina artificial formada por la acumulación de los restos dejados por sucesivas generaciones. El tell de Lora es uno de los más importantes de la provincia, como han demostrado las excavaciones arqueológicas en él realizadas. Los restos prerromanos alcanzan una potencia de nueve metros. Los restos más antiguos hallados se corresponden con la Edad del Bronce, pudiendo fecharse, aproximadamente, entre 1500 y 1000 a.C. Con la llegada de los romanos, el tell fue abandonado y la población se trasladó a lo que hoy forma el casco antiguo de Lora, convirtiéndose el Castillo en necrópolis. Al Edrisi, geógrafo del siglo XII, en su viaje de Sevilla a Córdoba por el río Guadalquivir, nos describe el Castillo de Lora como grande y fuerte, perteneciente a los bereberes. En tiempos de Gússeme parece que el castillo ya estaba arruinado. De todas formas, la destrucción sufrida en los últimos cuarenta años ha sido realmente pavorosa. Urge, por ello, según Miguel Castillo (historiador local), una protección eficaz que detenga ese proceso de degradación. La relación del recurso con el Guadalquivir es muy antigua, pues todos los pueblos se instalaron en este lugar por la proximidad al río formando un tell. En definitiva, la acción humana y la cercanía al río han formado este montículo artificial. Hoy día, el castillo es una ruina que no se encuentra puesta al servicio del público en ningún modo. Su estado es de gran deterioro y creemos que se acrecentará de no mediarlo los poderes públicos. Este es un monumento catalogado como BIC.