Localización: C/ Soledad
El edificio fue construido en la primera mitad del siglo XVIII, e intervino en su terminación el maestro alarife Antonio Fernández, vecino de Écija. Fue la Antigua Ermita de San Ildefonso y posteriormente Iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, después, pasó a ser molino aceitunero. Sufrió un proceso de abandono a lo largo del siglo XIX, que terminará convirtiéndolo en mesón primero, y discoteca después. Conserva todos los elementos de la antigua ermita en buen estado: bóveda de lunetos, bóveda de presbiterio y camerino, así como forjado intermedio parcial con columnas de fundición de su época de molino. Conserva su espléndida bóveda barroca lo que hace del conjunto una interesante mezcla de arquitectura popular y culta, de lo sagrado y lo profano. Hoy día es de pertenencia privada sin tener uso público. Su estado de conservación no es malo, aunque un tanto descuidado.
Valoración turística: no visitable